Demi Lovato no es ajena a la importancia de las fiestas de fin de año y se unió a las celebraciones con las galas de "Jingle Balls" en los escenarios de Filadelfia. Demetria fue de las más ovacionadas allá arriba en la tarima, el público quedó impactado con su entregada interpretación y su voluptuosa figura. También fueron de la partida Kelly Clarkson que se deshizo de los zapatos para sentirse más cómoda en su actuación, Avril Lavigne que hizo las delicias del público con una relajada perfomance entre otras figuras del espectáculo que se unieron a la celebración.
La Lovato demostró ser una mujer hecha y derecha, emotiva y entregada. Demi está muy comprometida con su rol de líder de los jóvenes, en los últimos días asistió al centro de rehabilitación donde una vez estuvo internada para recuperarse de sus adicciones. Llegó como motivadora a dar su real testimonio que las batallas se pueden ganar para reincorporarse a una vida normal dentro de la sociedad. Mailonline especula que ahora que Demi retomó el contacto con Joe Jonas a través del Twitter pudiera tener una razón más para sentirse plena y feliz.
Aunque Demi Lovato ha revelado que con tatuajes ha tratado de cubrir las cicatrices que le quedaron en el cuerpo, las heridas del alma no necesitan camuflarse porque se reflejan en el rostro y lo que ahora proyecta la intérprete de "Skyscraper" es seguridad, confianza en sí misma y visos de una mujer renovada que camina confiada por la senda de las estrellas.
Crédito: Impre.com
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